No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas - Laura Norton

¡Hola viditas! Hace no mucho tiempo tuve la oportunidad de leer “Gente que viene y bah” de Laura Norton y la verdad es que me encantó su frescura a la hora de escribir y su sentido del humor. En esta ocasión vengo con la reseña del primer título que publicó y que tenía ganas de leer desde hace tiempo y la verdad es que no me ha defraudado.

Detalles del libro:

Número de páginas: 352

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: Espasa
ISBN: 9788467041583 

Si estás leyendo estas líneas  es que te ha llamado la atención el título.¿Te gustaría decírselo a alguien?¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo?Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela.Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos... Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver... Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo queno disfrutabas.

Sara es licenciada en química, pero se ha dado cuenta de que lo que realmente le gustaría hacer es dedicarse a las plumas y convertirse en plumista. Por ello decide utilizar el taller y piso que pertenecía a su abuela paterna. A partir de ese momento su vida da un giro de 180º que lo va a dejar todo patas arriba. Su novio desde hace muchos años decide buscar un futuro mejor del que tiene en España viajando a París para buscar trabajo, su hermana de 20 años llega con la noticia de su boda con un músico que dejará con la boca abierta a Sara y además se trasladan con ella al piso, pero no serán los únicos inquilinos, sino que sus padres no atraviesan un buen momento y su padre decidirá también irse a vivir con ellas. A partir de ese momento la vida de Sara será una autentica locura, tendrá que luchar contra la distancia, abrirse paso en la moda, intentar que su hermana siente cabeza y luchar por el matrimonio de sus padres, pero no será nada sencillo, porque si algo la caracteriza es su forma de meter la pata.

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas está contada en primera persona por Sara, nuestra protagonista, con una narración amena, ágil y muy dinámica. La pluma de la autora se caracteriza por la forma tan directa y cercana que tiene a la hora de escribir, además de su frescura y sentido del humor que la aleja de otras novelas.

He de decir que no me ha durado ni un día, ya que desde la primera página he sentido como me atrapaba entre sus hojas y tenía la necesidad de devorarlo y saber que iba a pasar con cada uno de ellos.

Los personajes son de lo más peculiares, cada uno de ellos posee una personalidad muy marcada y la autora nos sorprende con unos perfiles de lo más carismáticos. Sara siempre ha creído que lo más correcto es hacer todo aquello que esperan de ella. Se trata de una chica inteligente, extrovertida, pero en muchas ocasiones peca de desesperanzadora y obsesiva. Tiene una relación con Roberto, un chico muy correcto, educado y que siempre intenta hacer todo lo que esta en su mano para hacerla feliz, ha estudiado arquitectura, pero no tiene suerte en nuestro país. Lu (Lucía), es la hermana pequeña de Sara, una chica extrovertida, guapa, simpática, enamoradiza y que no ha terminado de madurar aún, con un fuerte carácter y un cuerpo espectacular, que la ha llevado a trabajar en la moda. Aarón es el prometido de Lu, un músico espectacular, con un alto grado de confianza en sí mismo y que cuida mucho de su salud, pero lo que más destacaría de este personaje, es que piensa en que siempre hay que luchar por los sueños. No será la primera vez que aparece en la vida de nuestra protagonista, sino que tuvo mucho que ver en la decisión que ha tomado ella ahora en su profesión. Eric, amigo de Roberto será uno de los personajes más divertidos. Y por último los padres de Sara, con los que no dejaremos de sorprendernos en ningún momento, desde su madre disfrutando su vida como si fuera una quinceañera al de su padre sufriendo por todo lo que esta perdiendo.

Me ha parecido una historia muy original, la profesión de plumista me ha parecido maravillosa y ha dado muchísimo juego, con situaciones de lo más divertidas e inverosímiles.

Algo que me ha parecido muy divertido también, ha sido la situación en la que se ve Sara, cuando al intentar buscar la tranquilidad para poder trabajar y salir de su casa, se ve rodeada de su padre, su hermana y el novio de esta en su piso. En el que se van a vivir momento de todo tipo, pero hay uno en particular en el que lo pasé realmente mal, porque puede ser lo peor que te puede ocurrir con tu padre y con el que me dio un ataque de risa.

Existen muchos tipos de relaciones de amor, la autora aquí nos hace una muestra de algunas de ellas, como son las que son pura pasión, otras llenas de cariño, otras de llenas de tranquilidad o los amores platónicos que perduran en el tiempo. Vamos a ver como es el primer amor, el amor que se va apagando poco a poco, el que dura a lo largo de los años o el que te hace hacer locuras, pero también vamos a ver como somos capaces de aceptar algo porque es más sencillo que luchar por algo que pensamos que nunca podría ser o completamente lo contrario y luchar por este sentimiento tan bonito, aunque lo creas todo perdido, y todo esto sin perder el sentido del humor.

Estaba deseando leer el final para saber como iba a terminar, pero por otro lado no quería despedirme de los personajes. Me ha parecido una trama muy elaborada y que estaba bastante complicada de resolver, pero la autora ha sabido darle un final perfecto para esta historia de locura, a pesar de que me ha parecido muy rápido, ya que me hubiese gustado disfrutarlo un poco más.

En conclusión, No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas es una historia de amor, humor y situaciones de lo más absurdas del que te vas a enamorar.